Me dirijo hacia el Comptoir de l'arc, efectivamente el pronóstico no era errado, estaba lloviendo, sin embargo yo había olvidado el paraguas. Bajo en la estación mas cercana, Corum ,sólo tengo que caminar algunas cuadras. Al llegar, un poco mojado por la ligera llovizna que cae, le pregunto al recibidor si alguna persona había hecho una reservación, me dirige hacia la mesa donde se encuentra Louis, después de un café toco el tema, le comento que tendrá el gusto de conocerla, se asombra, era de esperarse, le comento lo básico referente a ella, le digo que vendrá a Montpellier a pasar unos días, y que tengo en mente presentarles a mis amigos, y quizás hacer una pequeña reunión en el Hôtel d'Angleterre , ese es el nombre del hotel donde resido. Al principio, lo noto como extrañado, me pregunta que por que razón nunca le hablé de ella. Esa pregunta me dejó pensando, ¿Por qué no comentarle a mi mejor amigo lo que sentía por aquella mujer?
- Quizás por la fobia que le tengo a la monogamía -comenté- No quería que nuestras conversaciones giraran en torno a otra persona. Se nota aún más extrañado, era lógico que cualquier persona pensara acerca de crear una relación, y que si verdaderamente se amaban no tenía por que sentir miedo, pero yo estaba seguro que no sentía miedo de ella, mucho menos de una relación con ella, sino de que nuestra monogamía se convirtiese en monotonía. Comenta que es tarde, efímeramente habían pasado dos horas desde que estabamos ahí sentados. Decido ir a casa, la conversación cesa hasta la parada del bus, no quería hablar, sólo tenía muchas preguntas que reponderme, a lo que surge otra pregunta ¿De qué sirve responderlas?
Al llegar, mientras esperábamos el bus, Louis comenta: - Pienso igual, muchas veces monogamía pierde su significado, y empieza a significar monotonía, a lo que llega el bus y sutilmente me despido. Sólo estaba a cuadras de casa, pero la noche estaba muy fría y me era imposible moverme. Llego al hotel, reviso la agenda, veo que tengo clases de portugués, tenía muchas preguntas en mente no podía aprender una lengua mientras mi mente estaba en otro lado, mejor dicho en otra persona. ¿Por qué éste miedo a que llegase Marie? ¿Por qué éste miedo a la monogamía? ¿era capaz de mantener una relación siempre sápida? No entendía, por que esa sensación de que mi libertad cesaría, creo que todo se debe a los nervios, empiezo a lucubrar, como de costumbre viendo las hermosas calles de esta villa, resuena el teléfono, ¡es Marie!
- Paul, no puedo seguir así, compré los boletos, mañana estaré ahí cuándo dé el crepúsculo. Me quedo en silencio, no sé si sentía una felicidad inmensa o sentía un pánico a que se convirtiese en parte de mi día a día. Le digo que estoy de acuerdo, que nos veremos en el aeropuerto, pensé en dejar lo de la fuente para otro momento, le digo que la amo, no recibo una respuesta, me dice que está cansada, que ya hablaremos mañana.
Al momento, surge otra pregunta ¿Por qué la urgencia de Marie de verme? y con esa otra, otra y otra. No quería concluir nada, sentía miedo, esta vez de que nuestra relación terminase, me tenía preocupado, decidí llamar a la camarera y pedirle que me trajera una botella de algún vin rouge necesitaba calmar mi alma con mi bebida favorita. Mientras llega, observo la ciudad, noto que quizás mi miedo es de dejarla, yo amo esta ciudad, es más tranquila que París pero con esa misma esencia " à la française" que me encantaba. Interrumpe mi visión la camarera, indicando que el vino tinto ha llegado, a lo que le sigue "Es un Vin tranquille", me muestro agredecido por su servicio y se retira. Empiezo a recordar el primer vino tranquilo que tomé con Marie, es en Lisboa su ciudad favorita, mientras un fado sonaba en aquella tasca, le explicaba que un vino tranquilo como se decía en Francia, no era más que un vino sin burbujas. Entre copas de vino, miro el reloj, son las 11:11 pm, según debía pedir un deseo, pero es interrumpido con el sonido de alguien tocando en la puerta, decido abrir:
- ¡Anne combien de temp! -exclamo- Resulta que en la puerta estaba mi vieja amiga. ¿Por qué te has ido así?, comenta que sus padres habían muerto, en un accidente ferroviario ocurrido en españa por una bomba, le digo que estoy informado del accidente pero no de la muerte de sus padres. Cuanto lo lamento -comento- le reclamo que debió avisar, todo este tiempo me preguntaba que había pasado.
- Te he escrito mil veces al mail -responde- nunca respondiste, no sabía el número de tu habitación pero ya sabes que yo consigo lo que quiero. Oh! me han hackeado el mail anterior -digo- la invito a pasar, pido otro vino, y entre vinos recordamos nuestro noviazgo al principio de la carrera. ¿Seguiste estudiando medicina? -pregunto- levanta su mirada, y dice que al morir sus padres no tenía como pagarse una carrera como medicina, decidió estudiar estudios internacionales, se encontraba en Francia en una conferencia de la Naciones Unidas.
Tomo el teléfono, -camarera otro vino-, al cabo de cinco minutos llega, nos embriagamos con vinos, nos besamos, una y otra vez en la noche fría hasta terminar haciendo el amor en la cama.
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